Los Elefantes: reyes de África

Elefantes, los reyes de Africa 

(dedicado a mi amiga Rebeca)

No hay otro animal a parte del león, que nos evoque tanto los atardeceres de la sabana africana, como el elefante. Los humanos y los elefantes comparten una larga historia, a veces plácida, a veces no tanto… pero siempre nos ha fascinado este extraordinario animal, que puede vivir tanto como nosotros, y que es notablemente inteligente y emocionalmente sofisticado. Su aspecto, su peculiar trompa, su tamaño y poder, pero también la ternura y sabiduría que se percibe en sus ojos, los convierten en uno de los animales favoritos para casi todo el mundo. El hecho de que sean herbívoros, a veces les proporciona todavía más adeptos.

Para algunas de las tribus más antiguas del África meridional, como el Pueblo San, los elefantes han sido tradicionalmente un símbolo de presencia de agua. El hecho de que tengan una memoria asombrosa, y que se les considere una especie dependiente del agua, ya que deben beber con mucha frecuencia, seguir a los elefantes o recorrer los caminos que ellos abren, ha sido una práctica tradicional, ya que suelen conducir a algún tipo de fuente de agua potable. También la jirafa y el rinoceronte han simbolizado lo mismo para ellos, y los 3 aparecen comúnmente en las pinturas rupestres y petroglifos del pueblo San, que podemos encontrar diseminados por cuevas y zonas rocosas de todo el sur africano.

Pertenecen a la Orden: Probiscidea; Familia: Elephantida.

Existen 2 especies de elefantes en el mundo: el Elefante Africano y el Elefante Asiático y todos ellos cuentan con colmillos cuando son adultos, a excepción de las hembras del elefante asiático. En África solo podemos encontrar la primera especie que es endémica de este continente y que está dividida en 2 subespecies, el Elefante Africano de Sabana y el Elefante Africano de Bosque. Hay diferencias entre ellos que mencionaremos en otro blog, pero una de ellas es el tamaño, siendo el Elefante de Sabana Africano, el más grande de todos.

 

Su estatus es, según la UICN, el de una especie vulnerable que enfrenta un alto riesgo. Sus mayores amenazas son, la caza furtiva extensiva para comercio legal e ilegal de marfil (siendo China el país que más lo demanda, incluso si el gobierno prohibió su venta en 2017), la pérdida y fragmentación del hábitat debido a la expansión de la población humana y la conversión de tierras, y el conflicto espacial entre humanos y elefantes.

No es necesario decir nada:

El número de elefantes que recorrían África libremente en la década de 1930 era de unos 10 millones.

El número de elefantes que quedan en África hoy en día es de aproximadamente: 450.000

 

Botswana alberga actualmente más elefantes que cualquier otro país africano, incluso se ha dicho que, su famoso Parque Nacional Chobe NP, ha alcanzado en alguna vez la incómoda cifra de 120.000 elefantes en el Parque, que tiene una extensión de 11.600 km2; El sur de África sigue siendo un bastión para 293.000, o el 70%, de los elefantes africanos.

Tanto se ha dicho y escrito sobre ellos, que podríamos estar hablando eternamente de elefantes. Los describiremos un poco en las próximas páginas; son animales tan increíbles que cada hecho sobre ellos nos abruma, como seres humanos.

Uno de sus atributos físicos más famosos son sus colmillos. Los colmillos son incisivos modificados y pueden alcanzar longitudes de más de 3 metros, habiéndose encontrado alguno de más de 122 kg, ¡¡solo un colmillo!! El peso medio de un colmillo de un macho adulto será de 50 a 80 kg. Los elefantes, al igual que los humanos, tendrán un primer set de “dientes de leche” que a veces no serán visibles y que serán reemplazados por otros permanentes alrededor del año de edad. De todos modos, en la mayoría de los casos los colmillos no son visibles hasta los 2 años, lo que se puede utilizar como referencia de edad.

Los colmillos son muy importantes para los elefantes, incluso si no les es imposible sobrevivir sin ellos. Hay casos en los que se rompen (aunque normalmente solo le ocurra a uno de ellos), pero también existen malformaciones que los hacen inservibles para sus dueños, e incluso hay regiones del mundo en las que las hembras ya no los producen más.

Aun así, son de gran utilidad para ellos, básicamente como herramientas para conseguir comida, pelando la corteza de los árboles para llegar a sus partes internas donde está la capa de “cambium”, y por lo tanto, donde más nutrientes van a encontrar. ¡O para excavar bajo tierra en busca de raíces ricas en nutrientes o incluso fuentes de agua subterránea!

También los usarán como arma para luchar contra otros machos, principalmente con fines de competencia en el apareamiento, y como defensa en caso de ser amenazados por otros animales, humanos u otras circunstancias.

Lo que se llama marfil, es una forma estriada de dentina cubierta con esmalte. Los colmillos son muy pesados ​​y sólidos, pero a veces se rompen y después se recuperan, hasta cierto punto, en un periodo de tiempo bastante decente. Son muy bonitos y especialmente manejables cuando se trata de hacer artesanía con ellos, lo que desgraciadamente los ha convertido en el principal motivo de la masiva caza furtiva de elefantes, que se produce cada año.

El resto de sus dientes está compuesto por molares y premolares que brotan de la parte posterior de la mandíbula, y no de la parte inferior como ocurre con otros mamíferos. El nuevo diente emerge por la espalda empujando al anterior hacia adelante. Durante su vida, un elefante va a tener 6 dentaduras, cada una de las cuales tiene un molar a cada lado de la mandíbula superior e inferior. ¡Cada uno de estos molares puede pesar hasta 3 kg!

Otra característica física muy distintiva, si no la más destacable, es su trompa. La trompa es una nariz modificada que se utilizará durante todo el día para muchas tareas diferentes, la más importante, respirar. Está compuesta de miles de fascículos musculares o bandas de músculos helicoidales, organizados en espiral alrededor de la misma, de arriba a abajo, lo que facilita la torsión de lado a lado para la manipulación y aprehensión de alimentos y muchos más objetos, similar a como actúan los tentáculos del pulpo.

La trompa está cubierta de pelos sensoriales y es sorprendentemente sensible, especialmente hacia su extremo. No hay un solo hueso en ella. Cuando observes a las crías de elefante, no podrás parar de reír al verlos intentar controlar sus trompas, en su infructuoso intento por imitar a sus madres y primos mayores. Los elefantes necesitan cierto tiempo para dominar por completo esta poderosa herramienta, pero una vez lo logran, es increíble la precisión con la que pueden operar con ella, siendo capaces incluso, de arrancar espinas de acacia clavadas en las almohadillas de sus patas o recoger bayas del suelo, una por una, tan sensibles y eficientes son.

Se dice que los elefantes son, como nosotros, zurdos o diestros … esto no es del todo preciso, pero lo cierto es que tienden a, por ejemplo, torcer la trompa generalmente en la misma dirección, porque tienen más fuerza hacia un lado, por lo que tienden a utilizar más una parte de la trompa que la otra, lo que también es visible ya que el lado más usado será de color más verde o rojizo, debido a los residuos de hierba o cambium que queda al arrancar la vegetación para comerla. Además, el nudo o hendidura que podemos encontrar normalmente de forma más llamativa en uno de los colmillos, nos muestra que aquí también aplica, ya que usan un colmillo más que el otro. Esto es lo que se conoce como la teoría del colmillo “amo” y el colmillo “esclavo”.

Su sentido del olfato es increíblemente bueno, ¿por qué, si no, tendrían una nariz tan grande? La usan para respirar, pero al mismo tiempo que respiran, recogen partículas aromáticas o de aire, llenas de hormonas, que les darán mucha información cuando las sitúen dentro de un órgano llamado Órgano de Jacobson, u órgano vomeronasal. Los machos impregnarán la punta de sus trompas de la orina de las hembras, que está llena de estas feromonas, y así sabrán si, por ejemplo, la hembra en cuestión, está lista para aparearse.

También usan sus trompas para sacudir ramilletes de hierba o vegetación contra sus patas para quitar la tierra y el polvo de lo que será su comida, y así cuidar sus dientes; lo vemos mucho en el río Chobe en Botswana, mientras hacemos el crucero en bote en el Parque Nacional Chobe NP, el Parque Nacional con la población de elefantes más grande del mundo.

Puedes tener la suerte de verlos cruzar el río para ir a comer a una de sus islas, y lo hacen nadando, a veces incluso en cadena, sujetando la cola del que tienen delante con su trompa. Usan sus trompas como snorkels y son tan buenos nadadores que no necesitan tocar fondo para avanzar.

Además, utilizan sus trompas para amplificar y fabricar sonidos con fines de comunicativos.

¡Así de importante es la trompa!

Tienen el período de gestación más largo de los mamíferos terrestres, siendo de 22 a 23 meses y se reproducirán en intervalos de 8 a 9 años.

Una cría pesa 120 kg, y se alimentan de la leche de las glándulas mamarias de su madre hasta que tienen aproximadamente 2 años.

Las hembras comienzan a reproducirse a la edad de 12 años más o menos.

Podemos decir que hay 3 subestructuras sociales en las que los elefantes suelen relacionarse o a las que pertenecerán. El grupo social normalmente más numeroso será la manada de madres y crías. La manada de madres y crías normalmente está compuesta por al menos 5 individuos, pero puede crecer hasta 80 o incluso más, y puede cambiar temporalmente, haciendo a veces asociaciones más grandes que se dividirán durante algunos meses para volver a agruparse durante un período de tiempo. Este grupo está compuesto por hembras emparentadas entre ellas como madres e hijas, hermanas, primas, tías y sus crías de ambos sexos, que permanecen con sus madres hasta una cierta edad cuando machos, y normalmente mucho más tiempo si no para siempre, cuando hembras.

En etología, que es la ciencia que estudia el comportamiento animal, se dice que los elefantes se organizan en matriarcados, lo que significa que, normalmente la hembra dominante de mayor edad, tomará las riendas de la manada y la liderará en decisiones importantes como por ejemplo, dónde ir para encontrar agua, cuándo y dónde descansar y qué agua beber y cuál no. Evidentemente, cada madre tendrá una responsabilidad diaria inmediata en la educación y enseñanza de su propia descendencia, y, además, siendo tías y abuelas y primas mayores, ayudarán y satelizarán la educación de las otras crías, en un sistema educativo de responsabilidad compartida.

Estas manadas de madres y crías, se moverán en busca de alimento, agua y lugares seguros para vagar, a veces cubriendo distancias increíbles; y la matriarca decidirá la suerte de toda la familia, acertando o errando al repartir sus órdenes. Esto es mucha responsabilidad y, unas veces tendrá más éxito que otras; hay veces en que las madres no toman decisiones tan acertadas … así es la vida para todos los individuos de todas las especies: algunos de nosotros estamos mejor preparados para la vida que otros, y lo mismo se aplica a los elefantes y al resto de especies.

Entonces, todas y cada una de las madres educarán a sus crías y a las de las demás hembras cuando se encuentren cerca de ellas, sobre qué comer y qué no, dónde encontrar las mejores raíces, dónde están la mayoría y los mejores nutrientes, o cómo enfrentar una amenaza moviendo temperamentalmente la cabeza y abriendo las orejas y gritando a través de su trompa y rascando la tierra con sus patas delanteras. Transmitirán a los más pequeños todos sus conocimientos, para que puedan sobrevivir cuando llegue el gran momento, y dejen la manada para siempre. Esto no siempre pasa, ya que, muchas veces, madres e hijas están juntas de por vida, pero en el caso de los machos, acabará sucediendo, y llegará  en el momento en que su comportamiento sexual comience a florecer y mostrarse.

Dado que los machos jóvenes han ido creciendo junto con sus hermanas y primas hembras y para evitar consanguinidad, cuando los machos jóvenes comienzan con sus cambios hormonales internos que los llevarían a la edad adulta, las madres y matriarcas se ven obligadas a tomar una decisión y echarlos, alejarlos de la manada para siempre. Es un momento doloroso para todos; dicen que hay machos adolescentes a los que se les ha visto siguiendo miserablemente a su antigua familia durante todo un año, a cierta distancia, solo porque no aceptan la separación o no se sienten capaces de sobrevivir sin ellos. Pero normalmente no es tan dramático, y los machos de entre 12 a 16 años serán ahuyentados junto con sus primos machos de edad similar, y comenzarán otro de los 3 grupos sociales de los que hablamos: Sería como el grupo de adolescentes o bachelor .

Estos grupos, como decíamos, estarán compuestos por machos, normalmente de edades similares, a los que ya no se les permite vivir con sus antiguas familias, y que permanecerán juntos durante ciertos años para poder sobrevivir, aunque sus lazos no son tan estrechos como los que forman las hembras entre sí. Normalmente, estos grupos de jóvenes se unirán a machos adultos solitarios que encontrarán en su camino en los próximos años, hasta que sean adultos y se constituyan, entonces, en la 3ª estructura social: los machos adultos solitarios.

 

Este macho solitario que se unirá a los grupos de adolescentes por periodos de tiempo, les enseñará a desarrollar otras habilidades distintas de las que le enseñó su sector familiar femenino. Ahora es el momento de aprender a luchar, a acercarse a las hembras para aparearse con ellas, a sobrevivir a solas en la sabana… incluso a acercarse a las aldeas humanas sin causar daño ni herir a nadie. Este papel vital en la educación de las nuevas generaciones de machos se destruye cada vez que se caza furtivamente uno adulto. Hay zonas en las que se sabe que los elefantes actúan de forma mucho más agresiva precisamente por la experiencia de la caza furtiva, el trauma de ver morir a sus familias y también porque esta cadena de roles educativos se está perdiendo. En estas zonas donde ha habido mucha actividad de caza furtiva y no quedan muchos machos adultos, los jóvenes crecerán sin saber cómo relacionarse con los seres humanos o cómo hacer las cosas de forma adecuada, provocando muchos problemas. que la mayoría de las veces acabarán mal para los elefantes, pero también a veces con accidentes mortales en los que participan seres humanos.

Siempre se están comunicando entre ellos, las hembras adultas dan órdenes a sus crías, y también se comunican con sus familiares en la manada. Cuando se cruzan con machos u otras manadas de hembras y crías. Básicamente, se comunican tanto como los humanos, y lo hacen de muchas formas diferentes. Una de ellas es a través de Infrasonidos que son ondas sonoras demasiado bajas para ser detectadas por humanos, de unos 5 Hz, y que recorren distancias más largas que los ultrasonidos. También tendrán comunicación corporal, a través de gestos; Expresión táctil y liberación de hormonas. Además, vocalizaciones, ronquidos y ruidos. Todo un universo de comprensión y entendimiento mutuo, que es otra prueba de su asombrosa inteligencia.

La almohadilla de sus patas delanteras tiene una forma diferente a la de las patas traseras, siendo la de las patas delanteras redondeadas en comparación con las almohadillas de las patas traseras que son más ovaladas con frontal ligeramente puntiagudo, lo que es de gran ayuda a la hora de rastrearlos ya que es uno de los indicativos de la dirección que tomó el elefante. Además, sus patas delanteras son más grandes y poderosas, y soportan gran parte de su peso corporal, por lo que la almohadilla es más ancha.

Aunque no lo parezca, tienen 5 dedos, pero no son visibles, ya que están cubiertos por una almohadilla gruesa; caminan sobre la punta de 4 de sus 5 dedos como lo hace un Bailarina, pero tienen mucha grasa y tejido conectivo en el talón que absorberá el impacto de caminar y correr y que distribuye uniformemente su peso corporal. Te sorprendería lo increíblemente silenciosos que pueden ser los elies, a veces incluso estás demasiado cerca de ellos porque literalmente no puedes oírlos moverse o acercarse a ti.

 

No pueden saltar debido a la estructura de sus patas, pero son capaces, sin embargo, de correr hasta 40 o 45 km / h!! ¡¡Imagínate un animal tan grande corriendo tant rápido!!

 

Siendo mamíferos como son, son lo que se conoce como de sangre caliente (como un opuesto, por ejemplo, para los reptiles llamados de sangre fría), que en realidad es una forma de referirse a ellos como especie endotérmica, siendo como son, capaces de controlar su temperatura corporal y adaptarla a las necesidades mediante mecanismos internos. Todo lo contrario que, por ejemplo, los cocodrilos que necesitarán tomar el sol para obtener calor y transformarlo en energía o exponer sus bocas abiertas a las corrientes de aire para enfriar sus cuerpos. Pero los elefantes no tienen glándulas sudoríparas, lo que significa que no pueden bajar su temperatura corporal a través del mecanismo de sudoración, que utilizamos, por ejemplo, los humanos. Entonces, ¿Cómo se lo hacen?

Tienen diferentes formas de hacerlo, pero la más común y siempre a mano, es mediante el movimiento constante de sus grandes orejas. La piel de los elefantes puede variar tanto en grosor como de 5 cm a 5 mm, dependiendo de las partes de su cuerpo, pudiendo incluso sentir y ser lastimado por una picadura de abeja. Precisamente detrás de sus orejas, tienen la piel más fina de su cuerpo, siendo tan fina que el entretejido de venas que compone sus orejas, queda muy expuesta al ambiente y se dilata con las altas temperaturas. Entonces, al moverlas, provocan pequeñas corrientes de aire que enfriarán estas venas expuestas que al mismo tiempo enfriarán la sangre que pasa por ellas, como si fuera una tubería de casa, y eventualmente se enfriará toda la temperatura corporal, ¡haciendo cambios incluso de hasta 4 grados!

Otra forma que tienen para refrescarse es mediante lo que se conoce como baños de barro, que realizan arrojando agua fangosa por todo el cuerpo, con sus increíbles trompas, ¡capaces de contener entre 10 a 12 litros de agua por carga cuando son adultos! A veces, cuando la charca de agua lo permite, se revolcarán, sobre todo si son jóvenes, sobre sus cuerpos en la tierra húmeda y fangosa, asegurándose de que la máxima superficie de su piel queda cubierta de barro, en particular detrás de la zona de las orejas que, como expusimos, ayuda a enfriar más rápido. Este lodo, una vez seco, actuará como protector solar y repente de insectos, ya que creará una corteza casi impenetrable de barro seco.

Los elefantes necesitarán una cantidad increíble de comida para obtener la energía necesaria para termo-regular sus enormes cuerpos y obtener suficiente energía para sobrevivir; al ser herbívoros, necesitarán la ridícula cantidad de entre 60 y 120 kg de vegetación al día, dependiendo de las áreas, la edad del individuo y sus necesidades nutricionales. ¡De acuerdo con esta cantidad de comida ingerida, defecarán alrededor de 80 kg de heces por día! Pero esto no es un desperdicio en absoluto. La caca de elefante es un producto de defecación muy utilizado, por lo menos, antaño. Las tribus africanas la han utilizado tradicionalmente para diversos fines, como por ejemplo los Tswanas en el Delta del Okavango, Botswana, han utilizado el estiércol de elefante para quemarlo dentro de las casas y ayudar con los problemas respiratorios, también para expulsar mosquitos y como combustible para el fuego. Hervido y consumido como te, se cree que ayuda con los problemas estomacales y también se ha utilizado mucho para la construcción, como cemento.

Pero el estiércol de elefante tiene un papel ecológico mucho más importante.  Un elefante puede caminar grandes distancias, a veces de hasta 70 km por día, para alimentarse y buscar agua o con fines de supervivencia. Durante toda esta caminata, se detendrá y comerá y luego defecará. Al mismo tiempo, tendrán el papel crucial de abrir caminos y senderos para animales más pequeños en su búsqueda de agua, caminos que también serán utilizados a menudo por humanos. Dado que su sistema de digestión es tan pobre y lento, un gran porcentaje de lo que comerán caerá al suelo como heces prácticamente intactas: así, muchos de los frutos y semillas que contengan estarán completos e intactos y todavía fértiles para ser plantados. Y esto es precisamente lo que harán, dejando caer sus excrementos a lo largo de sus largas caminatas. Y luego, después de un poco de lluvia y algún animal pisando las semillas para hacerlas desaparecer bajo la tierra, ¡comenzará una nueva vida! Una nueva planta o árbol crecerá si las condiciones son las adecuadas. O tal vez, otro animal como un mono o una ardilla, o un pájaro, hurgará en el estiércol y encontrará estas semillas y se alimentará de ellas, lo que también ayuda a alguien a sobrevivir… o tal vez será un escarabajo pelotero quien le saque el máximo provecho.

Los elefantes e hipopótamos jóvenes a veces comen las heces de su madre para obtener bacterias y microorganismos que ayuden a la digestión de la materia orgánica y para un extra nutricional, lo que se llama coprofagia. ¡Con todo lo dicho, podemos concluir que la caca de elefante es de mucha utilidad!

 

El dimorfismo sexual es aplicable a los elefantes ya que existen diferencias fisiológicas entre ambos sexos. Entonces… ¿Cómo podemos diferenciarlos si nos cruzamos con ellos?

Hay muchas formas en las que podemos diferenciar a los machos de las hembras, y estas diferencias serán más obvias cuando se conviertan en adultos.

Comencemos con lo que los hace identificables como hembras o machos:

Una pista super obvia e imposible de fallar, que a la vez es una broma de dudoso gusto, será la que se conoce como su “Quinta Pata”. Los mamíferos son, por definición, tetrápodos, lo que significa que tienen 4 patas, así que … si observas lo que parece una quinta pata, ehem, bueno, seguro que siempre será un macho, ya que lo que parece una quinta pata es en realidad un pene. Y puede llegar a medir 1,2 metros, eso sí, ¡casi tanto como una pierna!

 

Bromas aparte, y debido a su estructura social, el hecho de que los veamos solos o en grupo, y también la composición del grupo en sí, nos dirá mucho sobre el sexo del individuo en particular. Hablaremos de su organización social más adelante, pero, como primera pista, si ves un elefante vagando solo, la mayoría de las veces será un macho. Toma nota de eso.

Los machos son normalmente mucho más grandes que las hembras. Una hembra adulta puede pesar entre 3 y 4.000 kg, mientras que un macho adulto puede llegar a pesar hasta 6.500 kg, con los que, si ves 2 individuos adultos, el tamaño será otra de las referencias que puedes utilizar para identificar su sexo. También hay grandes diferencias en su altura, ya que para los machos será de alrededor de 4 metros y para las hembras de más o menos 3.

Otra diferencia visual será la estructura o forma del cráneo. Cuando mires a dos adultos, un macho y una hembra, te darás cuenta de que el perfil o la silueta del cráneo es diferente al mirarlos de perfil. La estructura de la cabeza de las hembras tiene una forma mucho más angulosa en su perfil, mientras que los cráneos de los machos son mucho más redondeados y anchos. De todos modos, para una mejor comprensión de lo que estoy tratando de explicar, mira la siguiente figura donde Janesta Pulella lo dibuja perfectamente claro, en su libro Pathfinder

Otra de las diferencias bastante llamativas es el par de mamas que tienen las hembras entre las patas delanteras, que en los machos solo se muestran como pezones pequeños, y que es, al mismo tiempo, otra de las características específicas de los mamíferos, sus mamas. Se ven mucho más inflamadas durante la lactancia, que dura normalmente más de 2 años con cada cría. Ver a una cría de elefante amamantándose, además de ser un momento muy dulce y que jamás olvidarás, te indicará también muy claramente el sexo del elefante adulto.

Los colmillos de las hembras y los machos también son diferentes, siendo más gruesos los de los machos, pero más largos los de las hembras.

Los testículos de los machos no son visibles porque están ubicados cerca de los riñones y no tienen escroto, así que no es una ayuda en este tema de identificación de géneros, ¡pero es un dato interesante para saber!

Además, se dice que, al mirarlos desde atrás, las hembras tienden a tener una silueta más redondeada en el abdomen, las caderas y el vientre, y los machos se ven más delgados en comparación con ellas.

Las relaciones sociales y emocionales entre los elefantes es algo que todavía se está estudiando, y nunca terminamos de sorprendernos con todos y cada uno de los nuevos descubrimientos sobre su mundo emocional y su funcionamiento social súper sofisticado. Los elefantes pueden vivir hasta los 60 años … probablemente tú, lector, eres más joven que eso, o incluso si eres mayor, dime … ¿Cuántas cosas te han pasado o has vivido a lo largo de tu vida y probablemente ni siquiera tienes 60? Cuántos recuerdos tienes y cuántas cosas aprendiste en el camino… sin contar las cosas que tú, genéticamente, ya sabías cuando llegaste a este mundo. Para sobrevivir tantos años en un entorno adverso, como suele ser el sur de África, se requiere acumular mucho conocimiento y que este conocimiento se transmita de generación en generación, genéticamente pero también a través de procesos de comunicación y aprendizaje, todo un mundo en sí mismo, que nosotros intentaremos describir en su superficie y que es una muestra increíble de su vasta inteligencia y peculiar carácter. No es de extrañar que tengan el cerebro más pesado do todos los mamíferos terrestres, con alrededor de 5 kg de masa encefálica y lóbulos temporales bien desarrollados que les proporcionan una excelente memoria a largo plazo.

Cuando se habla de la memoria y de las emociones de los elefantes, también hay muchas leyendas sobre los cementerios de elefantes, donde se supone que deben ir a morir, el mismo lugar donde están enterrados sus familiares y amigos. Eso es completamente falso. ¿No sería increíble que una especie pudiera predecir su muerte y que pueda decidir morir y que sea justo donde decidieron hacerlo también sus familiares y amigos?

Existen muchas explicaciones sobre por qué se han encontrado acumulaciones de marfil durante la historia en ciertos lugares, pero ninguna de ellas se refiere a esta existencia de cementerios de elefantes. Hubo momentos en la Historia, y lamentablemente incluso hoy en día, donde el comercio de marfil fue una constante en África. Los mercados de marfil ilegales y, en ese momento de la historia, también legales, estaban esparcidos por todo el continente y muchos esclavos murieron en la industria del marfil. Algunos de estos mal interpretados cementerios, no son más que antiguos mercados de marfil o almacenes de marfil donde los traficantes y comerciantes solían tener los colmillos listos para exportarlos. También es justo decir que hay zonas, normalmente húmedas, en las que las hierbas y los árboles son más suaves y nutritivos y que serán los preferidos por los elefantes viejos para pasar sus últimos años, ya que les será más fácil comer este tipo de vegetación más blanda con los últimos juegos de dientes que les queden, en estas más generosas zonas ribereñas. Por lo tanto, es razonable encontrar una mayor cantidad de colmillos en estas áreas, porque una mayor cantidad de elefantes morirá a su alrededor. Pero, nuevamente, no como una decisión consciente de morir en cementerios comunales.

También se dice que un elefante pasará por el mismo lugar donde murió en el pasado uno de sus familiares, y allí se detendrá un tiempo, hará una visita respetuosa a su tumba y luego continuará su camino. Bueno, en este caso, parece que es verdad. Son muchos los testigos de este comportamiento de elefantes, que, de nuevo, nos dejan entrever su increíblemente avanzado mundo emocional, muy parecido al que nosotros que tenemos. Son tan sensibles que el Campamento Olifants en KNP tuvo que reemplazar sus colmillos en el poste de la puerta por otros sintéticos después de que los elefantes los quitaran en numerosas ocasiones.

 

MUSTH

 

Más o menos a los 20 años, el macho comienza a tener una alteración cíclica de sus niveles hormonales, mayoritariamente trastornos de testosterona, y este estado temporal se manifestará secretando un líquido aceitoso a través de unas glándulas situadas en sus sienes, llamadas glándulas temporales. Pero también serán muestras del Musth, el goteo constante de orina y un líquido verdoso lleno de testosterona que mojará la cara interna de sus patas traseras y que combinará con unos andares más osados, más atrevidos y desafiantes de lo habitual, para dar a conocer su condición a hembras y rivales. Su paso será firme, más rápido de lo habitual, moviendo la cabeza de lado a lado y columpiando la trompa suelta. A veces, veremos que, lo que hacen, es desenvainar su pene e ir rociando orina por doquier.

Este líquido es la forma que tienen los elefantes de liberar el exceso de testosterona en su cuerpo, que, en altas concentraciones, se considera tóxico y también será la verdadera confirmación de que están en musth, dado que incluso hembras y crías pueden segregar una sustancia líquida fruto de excitación o irritación que, si no se confirma por el sexo del elefante y el goteo en la cara interna de las patas traseras, probablemente no será una secreción musth. No siempre tiene que ser así, pero en general, las posibilidades de éxito del apareamiento son mayores para el macho bajo musth que para el que no lo está, a pesar de que no necesitan estar en musth para poder aparearse. Este estado alterado durará entre 2 y 5 meses una vez al año en adultos de 30 a 40 años y un poco menos en machos más jóvenes. En muchas ocasiones también vendrá acompañado de un comportamiento más agresivo por parte del elefante, por lo que cuando observamos estas secreciones es mejor dejar algo de espacio extra de paso cuando nos cruzamos con ellos.

Entonces, ¿son los elefantes “peligrosos” para los humanos como se ha dicho tradicionalmente? Los elefantes son un peligro potencial para los humanos, así como una motocicleta también es un peligro potencialmente mortal para nosotros; todo depende de las circunstancias y también de nuestro propio comportamiento. Como hemos dicho, los elefantes necesitan ingerir una cantidad increíble de comida y agua para sobrevivir. Hoy en día, el mundo se ha subdividido satisfaciendo las necesidades de la propiedad privada que trajo como consecuencia la alteración de los territorios naturales y áreas de distribución en las que se suponía que cada especie se desarrollaba y sobrevivía. En este caso específico de los elefantes, en el pasado solían vagar por todo el sur de África, sin ningún límite, solo los accidentes geológicos naturales, escarpes y ríos y desiertos para cruzar … tenían mucho espacio para moverse de un lugar otro en busca de recursos, sin ninguna restricción. Cuando la propiedad privada comenzó a gobernar nuestro Planeta, todas estas migraciones naturales se alteraron cambiando por completo el equilibrio natural en las poblaciones de las especies salvajes.

Con el tiempo el choque frontal de elefantes y human os acabó sucediendo inevitablemente. Todos y cada uno de los encuentros que tendrá un elefante en su vida, con un ser humano, quedarán registrados en este asombroso y enorme cerebro suyo, como un recuerdo, que puede ser traumático o placentero, pero que, dependiendo de su intensidad, lo acompañará por el resto de su vida. Por lo tanto, es de vital importancia que lo tengamos en cuenta cada vez que nos cruzamos con un elefante. Probablemente no sepamos toda su historia y cuál puede ser el desencadenante de un recuerdo antiguo que podría ser, por ejemplo, traumático. Siendo animales tan grandes, cualquier agresión hacia nosotros podría ser letal… quizás ni siquiera intencionalmente, pero sus 6 toneladas de peso es muy probable que nos dañen si entran en contacto con nuestros super débiles cuerpos, en comparación con los suyos. Esto no es para crear alarma o asustar a nadie, es solo para intentar hacer ver que, en las agresiones letales ocurridas en el pasado, los elefantes no siempre tenían intenciones de matar, sino que, a veces, es inevitable debido a las diferencias corporales entre ellos y nosotros. Cuando visitamos un Parque Nacional o una Reserva de Caza Privada, debemos hacer nuestro mejor esfuerzo, como profesionales en la Industria, y como no profesionales, locales o internacionales, por evitar cualquier situación tensa entre nosotros y ellos. Pero lamentablemente, a veces se dará, y entonces debemos saber distinguir entre un comportamiento agresivo real, o uno amenazante, menos peligroso pero lo suficientemente grave, porque de nuestra reacción, probablemente dependa la siguiente sucesión de hechos.

Con ocasión de mi trabajo por Southern África, a menudo escucho a los guías hablar de anécdotas en la sabana, historias que han escuchado, otras que han vivido ellos mismos. Trabajando en mi profesión, tienes la oportunidad de observar muchos elefantes y probablemente todos tengamos algo interesante que explicar sobre nuestras interacciones con ellos. Normalmente, lo que se oye mucho al escuchar todas estas historias, serán las palabras “mock-charge” o “carga de broma”. Esto se refiere a la exhibición que los elefantes hacen para advertirte sobre su poder, porque de alguna manera te ven como una amenaza potencial; pero se le llama o se define como “simulacro o broma”, porque en realidad no significa un ataque agresivo inminente por su parte. Cuando fui a la academia de Guías en LFGA, Limpopo, Sudáfrica, una de las cosas que me enseñaron desde el principio es no dejarme engañar por estas palabras como “carga de broma o carga simulada”, ya que TODOS los comportamientos en los que un elefante, hembra o macho, trata de impresionarte o mostrarte su propio poder, DEBE ser tomado en serio y nunca debe ser desafiado por tener la impresión de que el elefante está bromeando o jugando con nosotros. Los elefantes, como especie muy inteligente que son, también tienen sentido del humor, pero no se aplica cuando te encuentras cara a cara con una vieja matriarca que intenta proteger a su manada o un macho solitario en musth, y tratas de bloquear su paso, o les das un susto o simplemente no estás actuando con el suficiente respeto hacia ellos. A veces no podrás evitar estar en su camino, y serás testigo de este comportamiento para mostrarte que estás en el lugar incorrecto porque no le estás dando al elefante suficiente espacio para moverse y continuar. O estás haciendo un ruido que los molesta o estás dividiendo a la manada en dos. Entonces, debes preguntarte, ¿cuándo es que van a atacar y cómo podemos diferenciar cuando solo están tratando de advertirnos?

A lo simplista, pondré el ejemplo de los perros. Si sabes algo sobre ellos, probablemente sabrás que cuanto más ladre un perro, normalmente menos morderá, mientras que…. cuando ves a un perro con el pelo del cuello erizado, con las orejas cerradas y gruñendo y flexionando las patas delanteras, la historia puede ser completamente diferente. Lo mismo ocurre con los elefantes. Normalmente, la advertencia se ejecutará de manera súper dramática, como el elefante corriendo hacia tu coche y luego, unos metros antes de que tengas un ataque cardíaco, se detendrá repentinamente y una nube de polvo lo seguirá. O moverán la cabeza de un lado a otro, haciendo que sus orejas  y su trompa se muevan también.  O, al mismo tiempo, vocalizarán, en una estrepitosa trompada o arañaran la tierra con sus patas delanteras. O incluso puede ser que recojan piedras o palos del suelo y te las tiren. Ellos, al igual que los humanos, y la mayoría de los animales, tienen un “espacio personal” en el sentido del espacio que necesitan para sentirse cómodos en cualquier situación dada; y cuando lo invades traspasando sus límites, los animales o la persona, sienten malestar o amenaza. El mensaje, entonces, será “oye, estás en mi camino, o te estás acercando a mí ya mi familia, o, mira qué tipo tan grande soy…”. Te están advirtiendo seriamente, pero a menos que hagas un movimiento imprudente, es casi seguro que no intentarán atacarte. Eso sería un riesgo para ellos (después de todo, con los humanos nunca se sabe) y, sin duda, una gran pérdida de energía.

Cuando vienen corriendo (a veces a casi 45 km / h), con las orejas completamente aplastadas hacia atrás, la trompa doblada hacia arriba en espiral y recogida justo encima de la boca,  los colmillos hacía arriba, y están casi en completo silencio, entonces, no hay muchas cosas que los puedan detener. Solo, tal vez, una bala de al menos un calibre 357, perfectamente colocada en medio de la frente, y mucha sangre fría por parte del tirador. Pero es muy poco probable que esto suceda cuando se actúa con respeto hacia ellos y se les da espacio para moverse y alejarse de nosotros. Sin embargo, los registros hablan de una media de 500 muertes anuales provocadas por ataques de elefantes en África.

Nuevamente, es de vital importancia recordar que la mayoría de las veces no sabemos por lo que pasó el elefante durante su vida, por lo que no sabemos qué asociaciones mentales podrían tener cuando se encuentren con humanos o vehículos. Por lo tanto, siempre se debe aplicar la máxima precaución.

La caza comercial durante los últimos 100 años ciertamente no ha ayudado a la causa de la Conservación. El valor del marfil ha ejercido una tremenda presión sobre la especie y solo ahora, los esfuerzos de conservación están marcando la diferencia y también a nivel gubernamental, con el valor del marfil en declive y gobiernos nacionales como el de China, que anteriormente permitía el comercio, ahora lo prohíbe. Las cosas van en la dirección correcta.

 

Los elefantes duermen acostados, por lo que no es necesario llamar al veterinario si vemos uno en esta postura, como bromea Trevor Carnaby en su Beat About the Bush. Dormirán hasta 4 o 5 horas cada noche acostados de lado, y también harán siestas breves durante el día, si es posible en lugares con sombra, de pie. He visto a una familia de Elefantes del Desierto, tratando de dormir una siesta en un día muy caluroso de verano en Namibia, y no poder hacerlo, porque uno de los bebés se pasó todo el tiempo molestando a los demás, pegándoles con su trompa, y revolcándose sobre el resto de los cuerpos acostados bajo una acacia, tratando de llamar su atención y hacerlos jugar con él.

También los he visto de pie sobre sus patas traseras tratando de alcanzar la copa de los árboles, alcanzando una altitud aún más increíble de lo habitual.

Las orejas de los Elefantes Africanos de Sabana tienen la forma del continente Africano 😊

 

Nuria Rovira

Referencias

 

Pathfinder, Janesta Pulella

 

Beat about the Bush, Mammals- Trevor Carnaby

 

Otras lecturas.